Que la crisis económica va a traer muchos cambios a la sociedad, parece una realidad. Algunos serán progresivos y otros inmediatos, pero los cambios inherentes a las crisis para poder lograr el nuevo comienzo, son absolutamente imprescindibles.
La Seguridad Social no está exenta de cambios en esta situación. Los últimos datos conocidos indican que las afiliaciones están descendiendo, y mucho. Esto significa que hay menos personas cotizando y las que lo hacen, cotizan en los tramos mínimos.
Si bien el gasto en salud no ha sido excesivo, si lo ha sido el gasto en pensiones públicas, piedra angular de los programas electorales de los gobiernos denominados “socialistas” y es por estas razones, unido a la destrucción masiva y constante de puestos de trabajo, que nuestro sistema de pensiones públicas está en vías de extinción.
Las reformas fiscales planeadas de las que se comienza a hablar cada vez con más fuerza, indican que una de las medidas pasa por disminuir las cotizaciones que el empresario hace por el trabajador a la seguridad social.
Esto llevará a una acumulación menor de recursos. El sistema de pensiones públicas de la seguridad social española funciona tradicionalmente en diferido, las cotizaciones de hoy sirven para pagar las pensiones de mañana.
Un descenso cercano al 30% en el número de afiliaciones y recaudación es demasiado elevado para seguir pensando que el sistema permanecerá invariable.
Es de suponer que, tal y como sucede con la salud o tal y como sucede en otros países, la tendencia indica que la seguridad social irá desapareciendo progresivamente para las nuevas generaciones quienes pagarán por medio de sus ahorros su jubilación, sin que el empresario tenga que destinar ninguna partida de su cuenta de resultados a ese particular.
La privatización de las pensiones y jubilaciones se acerca.
Originally posted 2009-06-24 15:36:47.