China tienen una población de 354 millones de habitante, hasta ahora era objetivo de todas las empresas internacionales, como país emergente, incluso de firmas españolas como Telepizza, Tous o Desigual. Había muchas expectativas y no se han cumplido.
China país emergente
En el 2001 el economista Jim O´Neill acuño el termino de países BRICS, las siglas de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. En ese momento hace 13 años China era un país lleno de oportunidades. Millones de consumidores ávidos de consumir productos ‘occidentales’ parecían un objetivo tan atractivo que casi todas las empresas multinacionales se instalaron en China.
El idioma y una idiosincrasia diferente de la occidental podían ser trabas para la instalación de cualquier empresa, sin embargo una tras otras fueron aterrizando empresas en China. Pero algo está cambiando desde aquel 2001, hay cosas que están influyendo para que muchas empresas se marchen de China.
¿Qué ha cambiado para que muchas empresas se marche de China?
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El salario mínimo ha subido entorno a un 15% (ahora son unos 195 €, si, algo infame, pero antes era peor 103 €), así que muchas empresas que buscaban una mano de obra muy barata, ahora la buscan en otros países como en Camboya o a Bangladesh donde el salario es todavía mas bajo, es el caso de H&M, Adidas o Nike.
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El analista financiero Andrew Tilton, de la firma Goldman Sachs comenta que ‘el período de fuerte ventaja competitiva de China se ha agotado’. Otro experto el CEO de BusinessGoOn, José Luís Martín comenta precisamente que el incremento de los sueldos es una razón para que las empresas que se han instalado en China se planteen irse a otros mercados.
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Trabas administrativas. Que haya dificultades para crear y establecer una empresa en China afecta para que los directivos de las multinacionales se planteen si vale la pena. Esto se suma la poca transparencia, los abusos de poder. Una legislación que no protege las inversiones extranjeras y que hace desconfiar a las firmas internacionales. Por ejemplo muchas empresas no tienen en cuenta que se van a encontrar con sanciones abusivas o trabas administrativas costosas.
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Muchas empresas instaladas creen que su inversión será rentable antes de lo previsto, sin tener en cuenta la idiosincrasia del consumidor Chino, que muchas veces prefiere comprar productos similares a los occidentales pero de empresas chinas. Esto hace que las empresas que se instalen tengan que esperar un mínimo de dos años para esperar a ver algún resultado.
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Muchas empresas que van a China no invierten los recursos suficientes y por ejemplo la mayoría de empresas españolas que han probado suerte en China están perdido dinero, aunque aguantan con la esperanza de recuperar la inversión. Empresas como Desigual, BBVA, Seat, TOUS o Teleppiza son algunas de las que se han tropezado con todas estas dificultades al tratar de desarrollar su actividad en China.
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Fuente|http://www.elconfidencial.com
Fotos|http://www.revistadealimentacion.com/
http://www.spain-china-foundation.org/
Originally posted 2014-03-22 20:37:00.
