Si hay un colectivo, además de las familias, profundamente damnificado por la crisis económica son las pymes. Un estudio de D&B informa que la creación de nuevas empresas ha descendido un 31% durante el año 2009.
Añadido a este dato, durante los meses que transcurrieron de enero a agosto más de 15.000 empresas desaparecieron.
Así mismo, de cara al último trimestre de 2009 se espera que más del 65% de las pymes españolas presenten serios riesgos de continuidad.
La falta de acceso al crédito, unido a la caída profunda del consumo y la morosidad, están llevando a las pymes y autónomos a tener que dejar de ejercer su actividad, incrementando la pérdida constante de competitividad y productividad, así como una constante destrucción de puestos de trabajo.
No en vano las pymes son las responsables del 90% de la creación de empleo en nuestro país.
Esta espiral sin salida en la que se encuentra el tejido empresarial, unido a la crítica situación del mercado laboral español, lleva a nuestra economía a situarse entre una de las más deterioradas a de la Unión y las previsiones – oficiales- de recuperación ya han sido retrasadas varias veces, situándose en el segundo semestre de 2010 o primer semestre de 2011.
Si tenemos en cuenta además, que el gobierno se ha visto obligado a revisar los presupuestos fiscales incrementando el endeudamiento estatal y provocando que el estado deje de recibir más de 1,4 billones de euros por impuestos, lo que supone un 0,3% del PIB, tenemos ante nosotros un ejercicio 2010 complicado y en profunda crisis.
Originally posted 2009-09-09 15:53:42.