Los depósitos crecientes son un producto financiero que está extendiéndose actualmente en toda España y que además está llamando la atención de los ahorristas por el hecho de que pueden ofrecer una mejor rentabilidad que los depósitos tradicionales.
En este tipo de depósito el ahorrista realiza un depósito por cierta cantidad de tiempo determinada en la cual durante el primer año se aplicará un tipo de interés fijo, sin embargo este tipo de interés aumentará cada año, esto hace que la rentabilidad de cada año sea superior a la del anterior hasta que finalice el depósito.
Este tipo de depósitos por lo general suele contratarse con un mínimo de tres años y por lo general existen montos mínimos y máximos a depositar.
Entre las ventajas de este tipo de depósitos está el que es una inversión segura ya que se recupera el 100% del capital invertido, además se puede disponer del dinero ya que se permite la cancelación anticipada claro que esto trae consigo una penalización pero esta suele ser siempre inferior a los intereses ganados.
Entre las desventajas principales están los topes mínimos y máximos, además del largo periodo de tiempo en el que estos depósitos suelen contratarse, otra de las pequeñas «desventajas» es que es fácil para el ahorrista sentir que esta obteniendo una alta rentabilidad por sus ahorros al centrarse únicamente en lo que ganará el último año cuando la rentabilidad real es el promedio de todos los años que dure el contrato.
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